El apio es un alimento básico para el hogar, al igual que las cebollas o las patatas, por su textura crujiente y su sabor distintivo. Se usa ampliamente como aperitivo, ingrediente para ensaladas y como complemento de muchos platos cocinados. Un manojo o cabeza de apio se compone de tallos o costillas individuales. Estas costillas son naturalmente crujientes debido a la rigidez de las paredes celulares de la planta y el alto contenido de agua dentro de las células. De hecho, el apio es principalmente agua y, por lo tanto, excepcionalmente bajo en calorías, lo que lo convierte en un aperitivo de primera categoría para las personas que intentan controlar su peso. Aunque no es especialmente alto en nutrientes (en gran parte debido a su alto contenido de agua), tiene una cantidad respetable de potasio.
Comprar
Los tallos de apio verde claro con una superficie brillante tienden a tener el mejor sabor. (Los tallos de color verde oscuro tienen un poco más de nutrientes, pero son propensos a ser fibrosos.) Si no está envuelto, el apio debe rociarse con agua para evitar que se marchite. Mire primero el racimo, debe ser compacto y bien formado y luego examine las hojas, que deben ser verdes y de aspecto fresco. Las hojas son una buena guía para el estado general del apio. Los tallos y tallos de las hojas deben sentirse firmes y crujientes, como si se rompieran por la mitad, y deben estar libres de grietas o moretones.
Inspeccione las superficies exterior e interior de los tallos en busca de manchas o moretones descoloridos, o de parches que parezcan haber sido recortados, las tiendas de comestibles a veces cortan las áreas magulladas o podridas, y dichos tallos no se mantendrán durante tanto tiempo como el apio intacto.
Almacenamiento
Refrigere el apio en una bolsa de plástico en el cajón para ensaladas, donde se puede guardar hasta dos semanas. Mantenga la verdura alejada de las áreas más frías del refrigerador, la parte posterior y las paredes laterales, ya que el apio se congela fácilmente, dañando así las paredes de la celda. Una vez descongelado, el apio estará blando y acuoso. Espolvoree los tallos de vez en cuando con agua para mantener la frescura, ya que el apio se deshidrata fácilmente. Si los tallos han comenzado a marchitarse para cuando quieras usarlos, refréscalos sumergiéndolos en agua helada durante varios minutos.
Preparación
Enjuague bien el apio para eliminar la arena y la suciedad. Para servirlo crudo, corta los tallos a la longitud deseada justo antes de servirlos. (Si desea cortar el apio con anticipación, déjelo reposar en agua helada hasta una hora antes de servir. Si los tallos son fibrosos, se pueden pelar con un pelador de verduras. Recorta las hojas y las partes superiores nudosas y, si lo deseas, guárdalas para añadir sabor y textura a ensaladas, caldos, sopas y guisos.
Cuando se agrega a otros platos, el apio crudo o cocido generalmente se corta en trozos más pequeños: puede cortar las costillas en diagonal, picarlas o cortarlas en dados, o cortarlas a lo largo.